***
Las agujas del reloj se movían,
indiferentes a lo que sucedía a su alrededor...
Se movían siempre de igual manera,
dejando la misma pausa vacía
entre un segundo y el siguiente..
Se movían siempre hacia delante,
dejando de lado la posibilidad
de volver a disponer
del recorrido ya hecho..
de los momentos pasados..
de las oportunidades perdidas..
Se movían por el antojo caprichoso
del tiempo que pasa y no vuelve...
Y mientras tanto
una persona escuchaba su tic-tac
con la mente totalente en blanco..
No pudiendo decidir
entre su pasado y su presente...
Queriendo saber lo que el destino,
si es que existe, le tenía preparado...
Cuando de pronto, sin advertirlo siquiera,
sintió una lágrima tibia recorriendole el rostro
***
05 septiembre 2007
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